Una mañana de lo más agradable montando en moto un rato donde siempre vamos cuando tenemos un rato. Esta vez con Manolo y su Sherpa 124. El motivo inicial era probar la 172 que ayer mismo me dijeron que ya estaba arreglada.
Ahí está, la una de las motos más bonitas jamás pensadas. La pongo al lado de la Sherpa precisamente para que luzca más aún. La verdad es que la diferencia es abismal y eso que la Kit Campeón no es la más fea de entre sus hermanas.
La moto no acaba de ir bien. Por lo menos parece que el problema eléctrico ha remitido y ahora es más un asunto de carburación. Un mecánico que estaba allí dice que probablemente esté mal la aguja de la boya. Rimas aparte, la solución es que Juanjo Blanco que, además de montesista insigne, se sabe esta moto de memoria, la vea mañana, la carbure y dé su diagnóstico.
La verdad es que a pesar de no ir bien del todo, es una moto que puede más de lo que parece (lo que ya sabía después de ver a Corsino cepillarse varios triales y no menores, como Robregordo y Cabrianes, a lomos de una de ellas) pero creo que yo necesito más motor porque con la 172 no te puedes permitir ni un fallo, cosa imposible en mi caso.
Después de la prueba, a montar. Por eso llevé también la 330 que me dejó mosqueado al acabar Cabrianes (por cierto, debo decir que lo acabé gracias a Julián, creo que no lo dije en la entrada correspondiente) porque no iba bien, se subía de vueltas, luego se bajaba, en fin, que parecía una Bultaco. Hoy he comprobado que fue sólo el calentón que le metí porque ha funcionado realmente bien. Hasta me he sentido piloto y todo. Para muestra un par de botones:
Luego hemos ido a una de las zonas habituales de los cursos de Mick para aprender a hacer giros cerrados con tierra suelta y ¡por fin he aprendido a hacerlos!. Ahora sólo falta que los entrene. Media hora girando ha dado sus frutos. En el viaje de vuelta de Cabrianes, Julián, Manolo y servidor comentamos la necesidad de entrenar movimientos, técnicas y tipos específicos de zonas, como largas subidas, giros cerrados con y sin pendiente, etc. Pues eso es lo que hemos empezado a hacer hoy. El hecho de saber el mismo sábado que iba a montar el domingo ha hecho que no hayamos contado con la presencia de Julián, a quien imagino peleándose con el motor de la MK1 en tierras manchegas. Se le ha echado de menos. El próximo no puede faltar. Espero que también venga Tron para que empiece a soltarse.
La prueba de que hago el giro maldito a cero:
Nos encontramos con el ínclito Jose Luis Quer que no pudo resistirse a probar la 124 (todos sabemos que desde el accidente JLQ no ha vuelto a ser el mismo y le da por hacer cosas raras).
Para terminar, decir que Manolo es mejor piloto que yo y que no dejará de serlo por más que me empeñe. Lo bueno es que me importa tanto como lo que comió ayer Obama.
Saludos cordiales y hasta la próxima, lonely reader (¿o era rider?).
Ahí está, la una de las motos más bonitas jamás pensadas. La pongo al lado de la Sherpa precisamente para que luzca más aún. La verdad es que la diferencia es abismal y eso que la Kit Campeón no es la más fea de entre sus hermanas.
La moto no acaba de ir bien. Por lo menos parece que el problema eléctrico ha remitido y ahora es más un asunto de carburación. Un mecánico que estaba allí dice que probablemente esté mal la aguja de la boya. Rimas aparte, la solución es que Juanjo Blanco que, además de montesista insigne, se sabe esta moto de memoria, la vea mañana, la carbure y dé su diagnóstico.
La verdad es que a pesar de no ir bien del todo, es una moto que puede más de lo que parece (lo que ya sabía después de ver a Corsino cepillarse varios triales y no menores, como Robregordo y Cabrianes, a lomos de una de ellas) pero creo que yo necesito más motor porque con la 172 no te puedes permitir ni un fallo, cosa imposible en mi caso.
Después de la prueba, a montar. Por eso llevé también la 330 que me dejó mosqueado al acabar Cabrianes (por cierto, debo decir que lo acabé gracias a Julián, creo que no lo dije en la entrada correspondiente) porque no iba bien, se subía de vueltas, luego se bajaba, en fin, que parecía una Bultaco. Hoy he comprobado que fue sólo el calentón que le metí porque ha funcionado realmente bien. Hasta me he sentido piloto y todo. Para muestra un par de botones:
Luego hemos ido a una de las zonas habituales de los cursos de Mick para aprender a hacer giros cerrados con tierra suelta y ¡por fin he aprendido a hacerlos!. Ahora sólo falta que los entrene. Media hora girando ha dado sus frutos. En el viaje de vuelta de Cabrianes, Julián, Manolo y servidor comentamos la necesidad de entrenar movimientos, técnicas y tipos específicos de zonas, como largas subidas, giros cerrados con y sin pendiente, etc. Pues eso es lo que hemos empezado a hacer hoy. El hecho de saber el mismo sábado que iba a montar el domingo ha hecho que no hayamos contado con la presencia de Julián, a quien imagino peleándose con el motor de la MK1 en tierras manchegas. Se le ha echado de menos. El próximo no puede faltar. Espero que también venga Tron para que empiece a soltarse.
La prueba de que hago el giro maldito a cero:
Nos encontramos con el ínclito Jose Luis Quer que no pudo resistirse a probar la 124 (todos sabemos que desde el accidente JLQ no ha vuelto a ser el mismo y le da por hacer cosas raras).
Para terminar, decir que Manolo es mejor piloto que yo y que no dejará de serlo por más que me empeñe. Lo bueno es que me importa tanto como lo que comió ayer Obama.
Saludos cordiales y hasta la próxima, lonely reader (¿o era rider?).