Cuando fui a por la Impala a Barcelona, en julio, me encontré con que el depósito estaba muy feo. Pedía pintura a gritos, cual madridista un equipo capaz de aguantarle al Barça más de veinte minutos. Jaume me dijo entonces que conocía un sitio allí que lo hacían muy bien.
Aprovechando que la Impala volvió a su tierra de origen en octubre para la Montesada y abusando de la amabilidad de Pep, tanto que sé que por si por él fuera, sólo nos habrían ganado por 0-1, le dejé el susodicho depósito para proceder a su operación de estética.
Ya ha llegado. Espectacular. Si Messi fuera pintor, no lo habría hecho mejor. Además de bien pintado, ha venido con todos sus adhesivos, incluso los que no tenía cuando la compré y un grifo nuevo "a más a más".
Me comentó Pep que podía pintar de negro la parte de abajo, la que va sobre el chasis pero después de pensarlo me ha pasado lo de siempre. Sin sitio para poder pintar con calma y con vecinos deseando denunciar al que pase por allí, decidí dejarlo para mejor ocasión. Puede que en un plazo no muy largo ponga solución a esa carencia.
Muchas gracias a los culpables. Que pongan a enfriar un montón de Moritz porque van a hacer falta.
Así llegó, con su etiqueta de recambio original y todo:
Como el frío es bueno para las zonas doloridas, he aprovechado que la temperatura era la que era para aplicar hielo allí donde se precisaba:
Para terminar, una cita de Pérez Galdós: "pero entre los escombros y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que el Madrid no se rinde". Creo que era así o parecida.
Gracias y enhorabuenas a partes iguales. La moto ha quedado preciosa, en los semáforos es el centro de todas las miradas y en el campo... para qué hablar. Mis respetos.
Por cierto, ¿no venderéis a Messi, verdad? :-)