lunes, 16 de febrero de 2009

Villar del Olmo (Director's version)

Llegó el día y con un tiempo de cine. Tanto preocuparnos por las lluvias de la semana anterior y al final fue lo mejor que pudo pasar. El trial empezó a torcerse cuando mi alter ego, Zipi (o Zape, no sé quién es quién) me dice que no corre. Primer pensamiento: "por mis niños que corre" pero resulta que no tengo niños (una hija maravillosa, eso sí). Finalmente propone la opción menos mala que es ir de mochilero. Por cierto, no sé cómo son los mochileros de Bou, Raga y demás saltamontes pero no son mejores que Julián, seguro.

Entrando ya en materia, el trial salió realmente bien. Zonas muy bien marcadas y adecuadas, al menos para los amarillos pálidos de C. Está claro que los que lo marcaron sabían lo que hacían :-)

Zona por zona:
1.- Larga subida pronunciada por ladera con giro de 180º a la izquierda, bajada con giro fácil a derechas y vuelta a subir a media ladera para salir. Fácil. Tres ceros. La 330 no tuvo ningún problema a pesar de ese pequeño problemilla con el Mikuni en alta. Mochilero satisfecho.

2.- Giro algo cerrado a derechas con subida pronunciada por tierra sobre lecho de hojarasca, al más puro estilo "nouvelle trial". Ni Adriá lo hubiera hecho mejor. Una vez arriba, giro a la izquierda y caminito en ladera con el consiguiente peligro de deslizamiento pero me hago un dos y dos ceros, si no recuerdo mal. La de nuestra juez favorita. Mochilero satisfecho.

3.- Como la dos, giro a derechas y subida más complicada que la anterior. Un tres y dos ceros (hay que ser malo para poner tres pies). El mochilero no fue consciente del tres porque estaba llegando por otro camino. Menos mal.

4.- Esta zona fue la que más bronca por parte del mochilero tuve que tragar. Y bien que lo agradezco. Si no es por él no le saco el cero. Consistía en una subida facilona con giro a la izquierda y con varias piedras pequeñas más o menos sueltas que hacían rebotar a la rueda trasera y que me hacían sacar la pierna de forma compulsiva. Tres, dos y CERO. Lo más gracioso es que en la última vuelta casi pongo el pie donde más difícil era (poner el pie, quiero decir). Tras amenazar con lapidarme, Mochilero finalmente satisfecho.

5.- La de al lado del tubo. Giro a derechas con subida peraltada a la derecha, bajada por ladera con riesgo de deslizamiento, giro a la izquierda con subida resbaladiza, vuelta a la derecha y salida entre piedras medianas. Tres, dos y uno. El tres fue por lo de siempre, que si estaba frío, que si la abuela fuma, etc. El uno me supo a cero pero el dos a cinco, porque un pie lo puse sólo por dar ventaja a lo demás. Al menos eso parecía.

6.- La que peor se me dió. Escondida entre arbustos, conistía en una entrada más complicada para los C que para los B, curiosamente, y luego subida resbaladiza pero no muy complicada. Cinco, cinco y dos (o tres, no recuerdo bien). Los cincos fueron por falta de decisión y por intentar ir al ralentí, como hace Julián. Pero la calé (o cagué, que el lector elija) dos veces. Nacho se hizo dos ceros. Entre que su 349/4 parece que va muy bien y él, que ha mejorado una barbaridad, ya tenemos a otro por delante en las clasificaciones. Dada la especial configuración de la zona, el mochilero no tuvoreferencias y por ello no me pegó como sin duda merecía.

7.- Primera zona en la historia del trial en la que un mochilero hace un cero con el dedo índice de la mano derecha. Todavía estoy girando. Hoy estaba diseñando switches mientras me retorcía en la silla hacia la derecha para que la pantalla girara a la izquierda. Bueno, yo me entiendo. Consistía en un camino estrecho entre rocas grandes con la única dificultad de un giro a la izquierda realmente complicado, al menos para este humilde y rígido piloto. Tras un cinco por mover la moto (ironías de la vida, cinco por mover...YO), la 330 y el dedo de Julián hicieron un cero espèctacular en la segunda y un tres en la tercera (aunque éste lo hice yo solito) con la inestimable ayuda de un Enrique Lorente que me dejó un paso con piedras trituradas que no me esperaba y que excitó a esa pierna que a la menor oportunidad se posa sin permiso. Mochilero contento con el cero (y el piloto mucho más, doy fe).

8.- Subida larga con piedras molestas pero facilonas y giro a la derecha con unas ramas que molestaban bastante y bajada pronunciada pero sencilla. Dos, uno y cero. Sin más hitoria.

Resumen: Una delicia de trial, un mochilero de lujo que me cuidó la pierna como si fuera suya (sigo renqueante de la rodilla derecha, por cierto, no os caigáis en moto por carretera porque duele) al que agradezco tanto o más que su compañía, de todo punto impagable, sus consejos porque aprendí mucho. Lo curioso es que después de varias horas es cuando empiezo a asimilar lo que me ha enseñado.

Me debo haber equivocado en la puntuación porque la realidad es que hice 37 puntos, muchos, demasiados, pero que hubieran sido más si no llego a correr con el mejor mochilero.

Y el domingo que viene a Collado. No sé si podré correr, pero sé de alguien que si quiere tiene mochilero, aunque no le arranque la moto.

PD.: La palabra mochilero se repite mucho en este relato pero es inevitable puesto que es el protagonista del mismo.

domingo, 8 de febrero de 2009

Villar del Olmo (previa)

Hola, despistado.

¿Hay mejor manera de pasar un sábado por la mañana que rebozándose de barro y andando entre zarzas y piedras buscando cómo complicarte la vida con una moto de trial entre las piernas y todo esto con un frío polar?. Seguramente sí... bueno, sin duda, pero sería ilegal.

El caso es que ayer, siete de febrero, día que suelo pasar lamiéndome las heridas de un seis de febrero de hace ya diecisiete años (curiosamente, lo paso peor el siete que el seis), no encontré una forma más terapéutica que de la manera ya descrita pero con buenos amigos, lo cual hace que todo se vuelva disfrute.

Jamás escribiré nada decente porque siempre me acabo yendo por las ramas.

El próximo quince de feberero se celebra un trial clásico en Villar del Olmo y como lo organiza Motocra, motoclub del que soy socio y que tiene la virtud de saber involucrar a los suyos, fuimos a ver y pensar zonas.
El próximo sábado tocará encintar y estacar. Es lo que tiene practicar algo amateur.

Nos juntamos unos cuantos con el gran Torralbo liderando la comisión. Las zonas que han quedado pre-marcadas pueden dar mucho juego. Todo dependerá del tiempo que haga esta semana. Si no llueve, puede ser un trial memorable. Si lo hace, será de los peores. Y sí, se hará la zona del tubo...y puede que también para C.

Una suerte contar con Julián. Una pena la ausencia de Manolo. Que todo vaya de la mejor forma posible, sea ésta la que sea.

Seguiré con esta entrada el catorce, comentando el resultado del marcaje definitivo.


Continuará...