domingo, 14 de junio de 2009

...y se hizo la luz

La cota 172, ya presentada en una entrada anterior, ha adolecido siempre del encendido. Por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, y tras varios cambios de platinos y condensador en diferentes talleres, esta puñetera no ha funcionado nunca más de media hora seguida. Yo lo he achacado a que algún gen de Bultó ha de quedar en alguna Montesa que otra y parece que me ha tocado a mí.

El caso es que Julián planteó tiempo ha la posibilidad de llevar el encendido a Hugo Plá, conocido experto en encendidos y creo que antiguo empleado de Motoplat (de hecho creía que le llamaban "Hugo Plat" por eso) para que lo revisara y diera su bendición o extrema unción, según el caso (gracias a Nacho "Texas" Barlett por su inestimable ayuda). Hubo fumata blanca y parece que el encendido no estaba tan mal como imaginaba. Lo que no sé es qué le han hecho hasta ahora o qué le pasaba para que volviera a desajustarse continuamente.

Obsérvese que escribo en pasado porque confío en que, tras pasar por las instalaciones "de Cabo Racing", la cota vuelva por sus fueros y se comporte por lo menos como la otra que se ve en Cabrianes y Robregordo.

Ayer fue el gran día en que instalamos el encendido y por fin me he enterado de lo que es y para lo que sirve. Sí, ya sé que lo debería haber aprendido antes pero no ha sido así. Más vale tarde que nunca.

Es curioso lo complejo que puede llegar a ser el proceloso mundo de la electricidad para un neófito. Intentando razonar con la inocencia de un bisoño no entendía por qué, si todo estaba montado correctamente, no daba chispa la maldita bujía. De hecho, ya estaba mentalmente llamando a Pepe (el otro 172) para que me pusiera en contacto con Benzal, afamado mecánico, con el fin de darle una solución definitiva. Pero Julián insistió en que le diéramos un último empujón. Aprovecho para recomendar que para arrancar empujando esta moto, se utilice la cuarta porque aunque de 150cc., ese motor tiene enjundia.

Cuando ya estaba a punto de gustarme diciendo "¿ves?, si no da chispa es imposible que arranque" y como en una aparición Mariana, la cota arrancó y no sólo eso, sino que sonaba como recién salida de Cantó.

Aún hoy me pregunto por qué arrancó cuando hacía un par de minutos no había ni asomo de chispa. La respuesta está en las virtudes teologales.

Fe: la que hay que tener para que todo proyecto salga adelante
Esperanza: la que da la M en el depósito
Caridad: La que tiene Julián con servidor y le hace regalar un bien tan escaso, ergo tan valioso, como es el tiempo.


Una foto de la joya y el bienhechor hecha con el teléfono

Ahora que parece que el problema está resuelto (dosis de fe y esperanza extras) la idea es ponerle los aperos de luces y pasar la ITV, hacerle un seguro y poder montar con tranquilidad.

Gracias.