domingo, 18 de abril de 2010

El Capitán Benjamín Bonneville

Érase una vez un francés de finales del siglo XVIII que emigró a EE.UU y se hizo militar. Aventurero como era, un Condado, varias escuelas y algún accidente geográfico adoptaron su nombre, entre éstos últimos un lago salado en el estado de Utah.

Las características de dicho lago eran idóneas para las pruebas de velocidad y allá por 1956, Johnny Allen batió el récord con un registro de 214,5 mph (>340 kmh) con una Tiger T110 de 650 cc. En 1959, añadiendo un carburador a la moto del récord y preparando algo el motor, nació la más famosa y, en mi opinión, más bonita  Triumph hasta hoy, la T120, más conocida por Bonneville (Bonnie para los amigos) como homenaje al lugar donde se logró la hazaña. Aquí acaba la participación del Capitán en este relato.

Esta moto ha sido incluida en quinto lugar en la lista de las diez mejores motos de la Historia por el prograna "Greatest Ever" de Discovery Channel. La clasificación quedó así (vaya por delante que no comparto algunas de las motos ni el orden de la lista): 

1.- Honda CUB
2.- Ducati 916
3.- Honda CB 750
4.- Y2K
5.-Triumph Bonneville T100
6.- Britten V1000
7.- Brough Superior SS 8
8.- Vespa
9.- Moto Guzzi V8 (1955)
10.- Harley Davidson Knucklehead

Un vídeo sobre la Bonnie y algunas apariciones en el cine con motivo de la edición 50 anivesario:



Tras la introducción, paso a escribir sobre una Bonnie en concreto.

Érase una vez que, estando zascandileando por internet en los albores de 2004,  tropecé con un anuncio que me dejó tan hipnotizado como cuando vi el de Motocrá anunciando un curso en Soto del Real con Mick Andrews en septiembre de 2002. Si por "culpa" del primero compré una 348 Trail para poder asistir al curso y comprobar que Mick Andrews no era sólo una moto, en esta segunda ocasión me supuso un viaje a Pamplona y volver con una Bonnie T140E y con unos pocos euros menos (bendita globalización: un moto fabricada en Inglaterra, con matrícula de Barcelona y residente en Pamplona, para acabar en Madrid).

La E del modelo hace referencia al cumplimiento de las, cada vez más exigentes, normas de emisión de gases gracias a los carburadores modificados Amal MKII concéntricos (Julián los reconoció nada más verlos) y una ignición Lucas (Lord of the Dark, como es conocida esa marca de lo mala que es).

Dicen que la T120 se llamaba así porque alcanzaba las 120 mph. No llegaba pero sí a 110 mph. Doy fe que la T140 ni se acerca a esa velocidad porque se desintegraría a los cien metros, tal es su capacidad de vibración. Como curiosidad, diré que cuando llevas montando seguido más de diez minutos por encima de los 100 kmh, te entra un cosquilleo allá por la zona del escroto (no es coña) que llega a ser sumamente molesto y obliga a reducir y hasta a parar. Lamento lo poco elegante del asunto pero es así. En cualquier caso, es mucho más placentero circular con ella a velocidades relajadas disfrutando del paseo con una posición comodísima (pero no mucho más que la de la Impala, curiosamente). Sólo falta escuchar "Born to be wild" para cerrar el círculo. En EE.UU., los que querían diferenciarse con elegancia de los Harlistas, se hacían con una Bonnie. Bien por ellos.

Ayer sábado tuve la suerte de que Julián la devolviera a la vida como muy bien cuenta aquí . Me asombra la facilidad con que le mete mano a una moto que no conoce. Supongo que cada uno tiene la habilidad que tiene. Yo, por ejemplo, hago unos espaguetis muy ricos :-)

El caso es que sólo volverla a oír después de casi cuatro años descansando bajo una funda en un garaje ha sido una delicia.

Unas fotillos de la moto, cortesía de la fastuosa cámara del HTC. La moto no es selenita, sólo lo parece.

Las alforjas se las puse en su momento porque son necesarias para hacer algún viaje que otro. Pero sí, Julián, reconozco que está mejor sin ellas.
Vista por el lado izquierdo
Esta foto me gusta porque se adivina la preciosa Norton Commando que descansa bajo su funda a la espera del día en que se dé una vuelta con su compatriota y al fondo el chasis de la Tambores Grandes.
Esta última es una mala foto pero también una alegoría de su Parkinson galopante.

A falta de vídeos propios, uno sobre la T140E. Sólo se diferencia en el color:




3 comentarios:

  1. Una preciosidad de moto y un día estupendo.

    Lo de "atreverse" tiene poco mérito. Los carburadores los conozco hace mil años, y lo único que había que hacer era sacarlos removiendo un filtro de aire.

    El sonido, fantástico. Tengo ganas de oírla en dueto con la Commando.

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  3. Al principio me costó un poco identificar las Bonnies, porque es una moto que sus propietarios personalizaban mucho y era difícil ver dos iguales, pero tienen un petardeo inconfundible. También pienso que su puesto en el ranking de cine no le hace justicia, es la mas robaplanos de todas. Hace muy buena pareja con la Norton, con la que podrá batir "palmas" de forma emocionante.
    (no se que hecho que he borrado el comentario)

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Creo que sólo caben 330 caracteres. ¿Podría ser otra cifra?. No sé cómo ampliar la capacidad. Si algún día lo descubro, lo haré, lo prometo.