jueves, 24 de marzo de 2011

Toca cantar fados por un largo tiempo

Portugal intervenido más pronto que tarde. Al menos es lo que indica que el bono a diez años supere la rentabilidad del 7%. Moodys baja de A1 a A3 (dos escalones) y Fitch hoy mismo de A+ a A- (otros dos).

Portugal debe lo que no podrá pagar en varias vidas. Cualquiera de nosotros no permitiríamos que nuestra familia o nuestra empresa llegara a tal situación, pero aún en el caso de que perdiéramos la razón, ahí estaría el banco para darnos la colleja pertinente y denegarnos el crédito. ¿Por qué, entonces, a un país se le permite? (quien dice país dice partido político). La única razón es la corrupción institucionalizada que acaba impregnando todo lo que toca el Estado. Cualquier Estado, por cierto.

El caso de Portugal tiene un par de características relevantes para España. Interesante una y acongojante la otra.

La interesante es que el primer ministro se va a su casa tras rechazarle el Parlamento su plan de ajuste. ¿Aquí pasaría lo mismo?, ¿el impresentable que "gobierna" en España se iría en esa misma situación?. Por desgracia, creo que no. Es más, estoy seguro de que ni con agua caliente. Si no la ha hecho ya, habiéndole pillado en innumerables mentiras, negociando con Eta tras la T4, chivatazos a los terroristas, más del 20% de paro y un interminable etcétera de motivos más, cualquiera de ellos necesario y suficiente, no lo hará jamás.

La acongojante es que nuestra banca, especialmente el Santander, tiene más del 30% de la deuda portuguesa lo que hará que se restrinja aún más el crédito, es decir, una razón más para que les sigan dando a las empresas en España, y no precisamente dinero. Por poner un ejemplo, el lunes tuve una reunión muy interesante con el director de mi oficina porque me ponía trabas para descontar un pagaré de ¡¡6.000€!!. Ni que decir tiene que hasta ahora ni un impago, el pagaré no era de ningún "matao" y había activos financieros para pignorar en caso de impago. Al final opté por dejar el pagaré a vencimiento a pesar de que acabó accediendo a descontarlo, sólo faltaba que encima le fuera a pagar intereses. Las órdenes son claras, ni un euro de crédito, al menos de inicio. Vamos, que hay que pelear cada céntimo que te financian. No tienen vergüenza. Ya vendrán mejores tiempos...o no.


Estoy en contra de los rescates y menos si no van acompañados de cárcel para los responsables del desaguisado o, en su defecto, de una causa general contra quienes deberían haber detectado el desastre. No sirven más que para perpetuar el cáncer del sistema. Debería haber impagos y que cada palo aguante su vela.

Estoy más que harto de la impunidad de una panda de dirigentes irresponsables, ignorantes y sinvergüenzas que "gestionan" de forma dolosa y demagógica NUESTRO dinero, es decir, nuestro esfuerzo, nuestro tiempo, nuestra vida al fin.


Para terminar, una muestra más del sectarismo de algunos: El País dice que el neoliberal Sócrates dimite. La ministra Salgado (vaya chiste) afirma sin rubor que en Portugal no hay una crisis económica sino política por la falta de lealtad de la oposición. Y todo porque Sócrates es socialista. Si llega a ser conservador, se le cae el pelo.

Cuanto más conozco a los políticos, más quiero a mi perra y a mis montesas.

EDITO: Entra las montesas incluyo a la Cojones Grandes, lo que da medida de mi hartazgo, porque querer a esa hija de Bultó tiene mucho mérito o mucho Lexatin, no sé qué va primero.

2 comentarios:

  1. El Domingo, lo que es Portugal, no lo arreglamos. Pero la Cojones Grandes sí. O la quemamos en mitad de la Mancha.

    Tengo nítido el camino. Y creo que no nos hace más que un poco de suerte. A ver si todo encaja por fin.

    Seguro que, al menos, mejor que Sócrates, lo hacemos. Y si no es así, estamos jugando con nuestra pasta y nuestro tiempo, no con la de otros.

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  2. Para ver se é verdade, que é curto para Robregordo :-)

    El domingo pasará a ser la Capona 247.

    Y la deuda portuguesa a diez años, hoy, por encima del 8% :-O

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Creo que sólo caben 330 caracteres. ¿Podría ser otra cifra?. No sé cómo ampliar la capacidad. Si algún día lo descubro, lo haré, lo prometo.