viernes, 17 de junio de 2016

Impalada 2016 - 1ª parte (jueves y viernes)


Esta preciosidad hecha con Impalas es obra de Xavier de la Presa



Aquest any també, pero más y mejor.

Más, porque hicimos el viaje de ida y vuelta y mejor porque, por increíble que parezca, la gente del Motoclub Impala (MCI) se superan en cada edición.

El año pasado hicimos el viaje sólo de ida, pensando que volver también en moto era una paliza excesiva, pero lo cierto es que, después de la experiencia de este año, no es para tanto (siempre que se haga sobre una Impala). 

El catalizador para decidir hacer más de 1.500 km. fue la visita que nos hicieron Fernando y Nacho en septiembre y el que tuvieran el valor de aventurarse con una Texas 175 y un Impala Sport 175 nos dejó con una mezcla de admiración y envidia. A mí, además, con la sensación de que me había rajado en junio por no creerme capaz de aguantar el viaje de vuelta ya que fui yo quien más insistió en volver en tren.

Julián se encargó de prácticamente todo, como suele pasar. Hasta de dedicarle unas horas a dejar a la Impala cantabrona en perfecto estado de revista antes del viaje, cambiando la zapata del freno trasero (no frenaba NADA), aceites y, lo único que realmente me preocupaba, el cable del acelerador, porque ya se había roto hacía unos meses y seguía con el mismo.

Diseñó una ruta magnífica combinando programas que no sé ni escribir. Lo único que eché en falta es la trialera de Jadraque :-)

Hizo un tiempo muy bueno para viajar, quizá un poco de calor. Mientras rodábamos me iba riendo de lo burro que suelo ser e imaginaba qué estaría sintiendo si llego a ir con la cazadora de "verano" que tengo, negra y de polyester (100%, eso sí). Al final le hice caso y, como hizo él el día anterior, compré una ligerísima pero con protecciones. Además, con un precio más que razonable.

El viaje se planificó en cuatro etapas: Madrid-Alcañiz (jueves), Alcañiz-Barcelona (viernes), Impalada y Barcelona-Alcañiz (sábado) y Alcañiz-Madrid (domingo).


JUEVES - 9 de junio


Tengo un extraño proceso psicosomático y, especialmente en el trial,  siempre me pasa que, antes de iniciar una carrera o una zona, me entran ganas de arrimarme a un árbol y levantar la patita. Pues cuando estábamos arrancando las motos para irnos, lo mismo. No lo entiendo, menos mal que si aguanto un par de minutos desaparece la sensación. Aunque nunca sabes si se pasará o tendrás que parar en la M-30. Y a mí no me gusta presumir...


Parece lista para invadir Normandía
Comprobando presiones de las ruedas antes de salir

Un recorrido precioso por tierras alcarreñas. Paramos en un mirador porque la vista era de las de sentarse, cervecita y puro.
Las chimeneas de la Central de Trillo al fondo
En Zaorejas un torrente ponía la música pero no lo grabé








El puente sobre el río Jiloca (Calamocha). Gran película.

La primera etapa se me hizo incluso algo corta. Cuando aparecimos en Molina de Aragón, recordé lo largo que se me hizo el año pasado y es que la lluvia, sobre todo si es mucha, se hace notar.

Paramos a comer en Calamocha, pueblo con el que tengo un vínculo familiar lejano, la `parte turolense-riojana (los de Madrid somos chulos, ya sabéis y tenemos más raíces que la serie de Kunta Kinte). Es el principal productor del "Jamón de Teruel", uno de los más importantes de España.

Pedí un par de bocadillos y, al preguntar si eran muy grandes me dijo que no, que tienen algo de fundamento y nos salió con estas "tapas":

Uno de jamón (más jamón que pan) y otro de longaniza. Animalicos...

Julián aprovechó que empezaban a llover boquerones fritos (homenaje al gran Paco Gandía), se enfundó en el chaleco refrigerante que funciona con agua y, el muy irresponsable, no esperó las dos horas de rigor que nos enseñaron de pequeños. No se le cortó la digestión, gracias a Dios. Por cierto, parece que funciona el invento.

Después de fagocitar los tres cochinos que debieron utilizar para los bocadillos salimos hacia Alcañiz


Fonfría - Me recuerda a una cubeta de helado de stracciatella
Rodando por aquí me venían los Dire Straits y su Walk of Life
Al llegar a Alcañiz nos acercamos primero al taller del año pasado, el de Carlos, (que cambió los rodamientos de la rueda de Julián) pero se había ido a Madrid. Probablemente sabía que íbamos a ir a Alcañiz por esas fechas. La dirección de la cordobesa vibraba un poco pero el mecánico que estaba allí dijo que no tenía rodamientos, que si las pistas marcadas, y tal y tal así que nos fuimos al Trillero


Se está convirtiendo en un clásico visitar el taller
,
El mejor grifo de cerveza que conozco
Después de dejar el equipaje dimos una vuelta por Alcañiz con las motos. Parece que no teníamos bastante aún.

Iglesia de Santa María la Mayor.
Me impresionó la Iglesia de Santa María la Mayor con esa entrada de dimensiones catedralicias. Es un templo barroco que conserva una torre gótica. Lo visité y estaban oficiando una boda. Los pobres incautos que se estaban casando ignoraban, como tantas cosas, que probablemente eran los primeros con coche nupcial escoltado por dos Impalas (al menos en Alcañiz).

Río Guadalope

Después cena en el sitio de las croquetas que nos recomendó Nacho



Unas croquetas, cervezas y aguas con gas después, dejamos las motos en el Trillero, una ducha, un pis y a la cama. Como el año pasado, si se me ofrece Alessandra Ambrosio (he cambiado de top model por una más actual, no hay que ser clásico para todo), le doy un beso en la frente y las buenas noches.

VIERNES - 10 de junio

Amanecimos temprano y, tras un desayuno muy motero, con su descafeinado, su Cola Cao y su magdalena (los huevos fritos y el bacon grasiento son para flojos).salimos hacia Barcelona.

Debo añadir que, ante la mirada displicente del dueño del hostal, un malote (muy simpático, por cierto) propietario de una Harley mega chopper, le explicamos que tenemos una máquina de vending de botes minibar en el taller de Harley en Madrid y que el 75% de lo que lleva (a petición suya) son gominolas, cacahuetes con chocolate y demás chuches. Que todos tenemos miserias que esconder :-)

Creo que no exagero con lo de "mega chopper"

Dice que llevar un trasto de éstos no es tan complicado, basta con apretar los dientes en las rotondas y tomar pocas curvas. Perfecta para el tráfico urbano.

Carretera y manta. Bueno, manta no, que yo no llevaba chaleco refrigerante. Directos a Barcelona, a la Diagonal, donde estaba el stand del MCI para recoger las acreditaciones.

Pradell de la Teixeta


Pradell de la Teixeta - Priorato - Tarragona
La ya tradicional parada en Les 4 Carreteres, aunque esta vez sin paisano con historias sobre una Metralla

Vila-rodona. Sólo 90 km. para llegar
A la una estábamos en la Avenida Diagonal
El stand del MCI con Carles Baró

Recogimos las acreditaciones y Carles (qué buen tipo es) me dió una pegatina que incluían con el carnet de socio (que no he recibido) y que refleja el nivel de detalle de los MCI's
Se pega en la tapa de la caja de herramientas (por dentro) con información muy útil

¡¡¡Ya van tres Impaladas!!!
La acreditación con su número, teléfonos de interés y ¡¡hasta el menú elegido!!...
... y la ruta
¿Se puede mejorar?. Probablemente, pero ni idea cómo.

Nos vamos al apartamento que alquilamos con AirB&B. Al lado del Parque Güell en el barrio de Gracia y comimos en un sitio agradable para turistas como nosotros aunque, a decir verdad, en Barcelona me suelo sentir como en casa. Este año no había bandera reivindicativa para recibirnos. La dueña, muy simpática y locuaz.

No entramos en el Parque por falta de tiempo, pero bien merece un par de fotos aunque sean sacadas de Google

Lo de Gaudí es extraordinario
Insisto, E X T R A O R D I N A R I O 
Esta sí que es nuestra, de Julián para ser más exactos.
Por ahí asoma el Parque Güell
Volvemos a la Diagonal donde quedamos con Pepe, Fernando y Charlie para recoger la Texas de Pep Itchart, que le dejaba a este último para el día siguiente.

Llegaron Pepe y Fernando a darnos la bienvenida. La verdad es que es muy de agradecer que los amigos te regalen lo único que no se puede recuperar: su tiempo.  Es una de las muchas razones por las que los consideramos amigos.

Pepe, Fernando, Julián, Servidor (la calidad no es imputable, increíblemente, al de la derecha)
Y en eso llegó Charlie (que no Fidel, como en la canción de Carlos Puebla). Estábamos algo preocupados porque el comité de empresa de Renfe decidió poner algo de suspense pero tuvimos suerte.

Los tres de Madrid (Charlie es el que tiene cara de acabar de llegar)-Vuelvo a insistir en lo de la calidad de la foto.
Una alegría volver a ver a tan buena gente.

Charlamos un rato con Pep, que llegó poco después y con un MCI que le preguntó a Julián dónde collons está ese sitio de la estepa que tanto menciona en su blog. La respuesta que pensé fue: "si te lo dijera tendría que matarte"

De allí fuimos al garaje de Nacho donde nos esperaba para guardar las motos y luego a cenar a Pinxus, un sitio muy recomendable que había reservado Pepe y donde se uniría Ramón. Muy bueno todo pero especialmente unos postres a modo de yogur. Repetimos el postre, claro.

Pepe, Fernando, Nacho, Charlie, el pequeño Nicolás con polo azul, Julián y Ramón

Cenando entre libros (sigo sin saber el por qué de la mala resolución)
 Pepe se marcó un detalle que espero reciba merecida recompensa y ejerció de anfitrión de principio a fin. Luego nos llevó a su Club donde, de nuevo, hicimos gala de miembros de los Hell´s Angels y nos pedimos coca colas, agua con gas y un par de tónicas.

Y de ahí, un pìs y a la cama.


Mañana o pasado, más...


4 comentarios:

  1. Realmente, Domínguez, me gusta mucho más leer tus crónicas que escribir las mías. Y además, no sólo resulta más ameno, sino mucho menos cansado.
    ¡Qué buenos ratos, Dios mío! Y ¡cómo los voy a recordar durante el resto del año! Hasta que llegue la de 2017, al menos.
    Ahora sólo faltan dos cosas por hacer: seguir paseando a las Impalas para que no pierdan las buenas costumbres, y organizar bien la del año que viene. A ver si es verdad que la hacemos bien acompañados.
    ¡Enhorabuena!

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  2. Genuina e inimitable como siempre la visión de lo que te rodea. Me alegro que este año hayais podido venir en seco. Lo de la épica en moto está muy bien y bla, bla, bla, pero como en seco, nada. Entre las anecdotas que nos explicaste, me hizo gracia la de los bocadillos, pero cuando he visto las fotos encuentro que casi te quedaste corto: !que pedazo de bocatas¡. Veo fotos de sitios comunes, por los que pasamos en Septiembre, al final esto se va a convertir en nuestra 66 (Pradell de la Teixeta, Trillero, Alcañiz, Molina, Montalbán,...). Ir en moto genera muchas emociones, que se reviven cuando activas algo relacionado con lo que has hecho, pues yo ... me lo he pasado bomba leyendo tu crónica. Hasta la segunda parte.

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  3. Magníficos ratos, Julián y lo mejor, es que serán aún más intensos según pasen los días. Es como una buena paella, hay que dejarla reposar.

    A ver si convencemos a los amics para el próximo año.

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  4. No te falta razón, Fernando, la épica está muy bien pero tampoco hace falta que sea lo último que se haga en la vida :-)

    Los bocatas con fundamento, que dicen en Calamocha. Y yo que quería comer ligeo para poder rodar más cómodo...

    Me gusta lo de Ruta 66, por mi parte, queda bautizada.

    Me alegro de que te lo hayas pasado bien. Ahora espero pasarlo igual leyendo tus futuras entradas en ese magnífico blog que se llama Bultaco-Fantic Built To Go, que se echa de menos.

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Creo que sólo caben 330 caracteres. ¿Podría ser otra cifra?. No sé cómo ampliar la capacidad. Si algún día lo descubro, lo haré, lo prometo.