Como soy incapaz de mandarlo por correo, lo subo aquí y a disfrutar de él.
Saludos
http://www.mediafire.com/?atcd37d62a67nr6
lunes, 9 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un poco de todo...es decir, nada en realidad
La Cota 172 es una moto fantástica. En aquella época colaboré como probador del ensayo de la 123 para una revista. Francamente, con aquello no se podía competir en igualdad con las motos de 250 y 350, como Montesa había pretendido en una gran campaña publicitaria, presencia en competición, etc. Sin embargo la 172, si que funcionaba a la perfección. La falta de motor de la 123, quedó totalmente resuelta, con lo que se conseguía una moto muy ligera, equilibrada y sobre todo divertida. Sin embargo, había pasado su momento e incomprensiblemente para mí, desde Montesa no se la apoyó como merecía. Una pena. Años más tarde Fantic hizo cuña en trial con la 200, que según creo cubica 180 cc.
ResponderEliminarEs una moto a la que tengo un cariño especial, ya que disfruté de una en su momento aunque no para hacer trial sino para hacer el gamberro en el circuito de cross de Majadahonda y, si colaba, llevar a alguna chica detrás, cosa que aún no he conseguido (mi mujer pasa de motos).
ResponderEliminarYo la recordaba como una moto muy potente pero he comprobado posteriormente la abisal diferencia con la 247 (no digamos con la 330). No dejan de ser 150cc. Montesa hizo más tarde la cota 200, de 175cc (con excepción de la preparación Portús que cubica 225cc). El dueño de la única 200 Portús que conozco es además ocasional lector de este blog, el gran Pepe, y tiene también una 172 con la que se ha ventilado Robregordo, Cabrianes y varios madrileños. Así que te tengo que dar la razón cuando dices que funcionaba a la perfección. Pero como en Astérix: ¿todas?, ¡no!, una 172 tricantina, que no gala, se negaba a funcionar ante la desesperación del César, en este caso yo, que no sé si utilizarla de ninot el próximo San Josep o dejarla en el salón para, al menos, disfrutar de su belleza.
Por cierto, qué suerte haber sido probador.