domingo, 14 de marzo de 2010

Las puntocom (6ª burbuja) Parte II

...continuación

Terminaba la primera parte diciendo:

La mayoría de start ups se quedaban en el camino pero llegaron a absorber enormes recursos que drenaban financiación para la economía "real".

Esta sequía propició que la realidad se impusiera finalmente y llegó el inevitable... pinchazo.


El día oficial fue el 10 de marzo de 2000, diez años ha.

Una forma gráfica de ver cómo quedó el panorama informático-tecnológico y que me hace gracia sería:


Es decir, tocado pero no hundido.

El pasado diez de marzo, El País publicaba ésto:

"Desde entonces, una caída en el vacío: cierre de empresas, quiebra de cotizaciones, billones de euros evaporados, inversores arruinados... Un año después del desastre el Nasdaq, el índice de empresas tecnológicas de Wall Street, aún cotizaba por debajo de los 2.000 puntos, arrastrado por las caídas de empresas más sólidas como Intel o Cisco Systems, que se vieron también afectadas por la crisis. Año y medio después del crack, el Nasdaq seguía en caída libre y había perdido el 78% de su valor. El mínimo lo marcó el 9 de octubre de 2002, cuando el índice se situó en 1.114 puntos (publicado en El País el 10 de marzo pasado).

Hoy, Google se perfila como la posible futura estrella del Dow Jones, pero los niveles de los ínidices no se han recuperado. El Dow Jones Internet Composite Index vale hoy un 79% menos que en aquel momento y el Nasdaq está por debajo de la mitad de los máximos registrados a principios de marzo de 2000"

Para saber qué ha sido de los personajes clave de entonces diez años después, pincha aquí

Entre las frases que quedaron me quedo con ésta: "no se sabe si internet es el futuro pero lo que es seguro es que el futuro pasa por internet"

Para comprender mejor este mundo que me queda grande, recomiendo este blog

Corolario

Como se ve, el ser humano es tonto pero no todo el tiempo y por ello la realidad se acaba imponiendo. Invariablemente, se buscan culpables. Como ahora, cuando lo cierto es que la culpa es de unos pocos pero la responsabilidad es de todos, especialmente de los políticos que lo distorsionan casi todo con sus intervenciones en los mercados. La solución a esta última burbuja la propiciaron Greespan y Bernanke (sí, el de ahora) haciendo caer artificialmente los tipos de interés para provocar una inflación en los activos, precisamente lo que ha motivado la que estamos sufriendo ahora.

Todas tienen varios denominadores comunes, como no podía ser de otro modo. Ya se sabe, el hombre es ese animal que tropieza infinitas veces en la misma piedra y encima parece que le gusta.

Con esto doy por terminada la serie de burbujas que, lamentablemente, no ha patrocinado Freixenet.

Saludos a los dos o tres lectores que me honran con sus asomos por aquí.

PD: un par de líneas para comentar que fue precisamente en las fechas en que esta burbuja estaba creciendo cuando conocí al culpable, entre otras cosas, de este cansino blog. Ese "caso Olé" fue premonitorio. Lo más gracioso es que la exposición que hicimos un compañero y servidor de dicho caso se basaba en que nosotros venderíamos el portal sin perder un minuto, pero no por ser muy listos, sino porque no comprendíamos nada. Al día siguiente, curiosamente otro diez de marzo pero de 1999, Expansión publicaba que Pep Vallés vendía el portal a Telefónica. Casualidades de las que se quedan en la memoria.

Fuente: "de los tulipanes a internet o cómo moverse en mercados inestables", editado por Self Trade-DAB.

2 comentarios:

  1. Siempre me han producido curiosidad todos estos fenómenos económicos tan alejados de mi mundo profesional pues, como arquitecto, el mío está absolutamente al otro extremo. Yo estoy rodeado de hormigón, ladrillos, acero y objetos físicos que se pueden tocar, manejar, romper.
    El poder ver ahora el círculo completo vital de todas estas burbujas, ha hecho que pueda comprender un “poquito” más su complejidad. Pero me sigue sorprendiendo, desde mi desconocimiento, la facilidad con la que tantas personas, muchas sobradamente preparadas, colaboran en la creación de estos castillos en el aire. Uno de los que se me quedó en la memoria, fue el caso de los “Bonos basura” de Michael Milken en los 80.
    Lo que mencionas sobre el incremento de la productividad que supuso la informática, en nuestro campo también fue brutal. El Cad eliminó lo que, para Eli Goldrath, sería un “super cuelllo de botella”. Pero para mí tiene un par de puntos negativos. Al acortarse mucho los plazos de tiempo, los proyectos en general (no se si eso pasa en otros sectores) se maduran menos y salen un poco como churros. El ritmo más lento, daba tiempo a ir valorando situaciones, pros y contras, lo que ahora es más difícil. El otro punto es el estrés, producimos más pero más agobiados, así que me siento un poco como esos ratones que hacen rodar un cilindro, independientemente de las vueltas que den ..... no se mueven del sitio.
    En fin, es una pena que se hayan terminado las burbujas, han sido muy interesantes y bien narradas.

    un abrazo

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  2. Como hemos comentado otras veces, la naturaleza humana es así, se autoengaña con facilidad. Avaricia, creo que se llama.

    Los bonos basura, en realidad, fueron un gran invento. No era más que facilitar el acceso a la financiación a empresas con dificultades. No se engañaba a nadie. Lo que se hizo fue poner en valor el riesgo (en realidad es a lo que se dedica una aseguradora, ¿no?). Otra cosa es el fraude, que también hubo. Tiene gracia el marketing, lo que se llamó Junk Bonds ahora se conoce como High Yield Bonds.

    Está claro que tu espíritu es clásico porque a mí me pasa lo mismo. Creo que antes las cosas se hacían más despacio pero con más atención. Probablemente ahora sea casi todo mejor, pero por alguna razón me emociona más una Impala que una Fazer, una 247 Tambores Grandes que una 4RT o, en honor a tí, una Streaker que una CBR. De hecho las modernas no me emocionan nada. Yo tenía más sensación de gestionar carteras antes que ahora, me las sabía casi de memoria y ahora son todas iguales para manejarlas uniformemente.

    En fin, que no sé sintetizar una idea, me enrrollo siempre

    Un placer leer tus comentarios. Muchas gracias, Fernando. Molt amable :-)

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Creo que sólo caben 330 caracteres. ¿Podría ser otra cifra?. No sé cómo ampliar la capacidad. Si algún día lo descubro, lo haré, lo prometo.