Un nuevo nubarrón que, no por anunciado y esperado es menos oscuro, se cierne sobre los mercados. Si hay algo que perturba a éstos, aparte de las expectativas, es la intervención de los diferentes gobiernos para "ajustar" su moneda al nivel que consideran idóneo según la coyuntura.
El intervencionismo es algo intrínsecamente dañino ya que fuerza una situación más o menos natural a otra totalmente artificial, por lo que la "mano invisible del mercado", que decía Adam Smith, volverá a tornar las cosas a su estado inicial. Y no hay reservas capaces de ir contra el mercado, como ya está sobradamente demostrado. Pero ésto es algo que los intervencionistas no comprenden ni comprenderán jamás.
Ahora estamos viendo cómo el euro está caro frente al dólar debido a los diferentes datos que se manejan a ambos lados del Atlántico, especialmente en lo que a expectativas se refiere.
DÓLAR: Débil. Por un lado, el dato de confianza alemana (IFO) está en máximos de tres años, lo que ayuda en las subastas de deuda europeas y además compensa sobradamente los temores sobre la banca irlandesa (y española, no se olvide). Por otro lado, la caída en los pedidos de bienes duraderos estadounidenses además de los temores que despierta la preocupación mostrada de la Fed, podría significar nuevas medidas que flexibilicen su política económica (es decir, volver a darle a la maquinita del dinero). Esto resulta en un cruce de 1,344 $ por cada €. El año empezó en niveles de 1,46 y está lejos de los 1,513 de finales de 2009, pero la tendencia es alcista (para el euro), ya que viene desde el mínimo de 1,191 de mayo con el temor a la quiebra europea, especialmente española. Por cierto, dicen que esto al menos alivia la factura energética, por aquéllo del petróleo pero olvidan que las materias primas, cotizadas todas ellas en dólares, ajustan su precio al valor de éste, sino en todo, sí en parte.
Gráfico de Invertia
YEN: Vigoréxico. Hay varias razoners pero voy a explicitar sólo dos. Su concepción de moneda refugio la hace en estos momentos interesante y, sobre todo, el efecto de deshacer posiciones en carry trades. El palabro ese es simplemente el pedir prestado en divisa con bajos tipos de interés para invertir en divisa con tipos más altos, como la libra esterlina, franco suizo o dólar neozelandés. Como el diferencial de tipos es ahora poco atractivo, las posiciones abiertas en los últimos años, que llevaron al yen a niveles de 153 yenes por euro, se cierran lo que implica comprar yenes para devolver las deudas adquiridas en su momento. Esto no ayuda nada a las exportaciones japonesas, presiona a la bolsa a la baja por las menores expectativas de beneficios de sus empresas y de ahí que el gobierno nipón esté interviniendo (pa ná, que diría el castizo, pero no hay forma), la última vez el pasado 24 de septiembre, vendiendo su divisa de forma masiva, consiguiendo frenar temporalmente la tendencia alcista. Victoria pírrica se llama la figura. En el gráfico se ve el repunte (que signica depreciación del yen) motivado por la intervención del gobierno japo. El caso del yen es especialmente dañino para nosotros por la cantidad de incautos que cambiaron su hipoteca de euros a yenes cuando aquél estaba a 153 yenes (ahora a 113) y a los que les ha aumentado la cuota una pasta a pesar de que los tipos han caído, lo que resta consumo, etc., etc. Por cierto, ya les vale a los bancos que con tanto interés pescaron en el río revuelto de la ignorancia. También es cierto que algunos estaban avisados y a pesar de ello picaron. Hay gente pa tó. Mientras tanto, el Banco de España pendiente de si el grajo vuela bajo o no. ¿De qué sirven esta instiitución "independiente" y sus muy bien pagados funcionarios?.
Gráfico de www.lainformación.com
Como resumen a todo ésto, en las próximas semanas se van a jugar varios partidos de Champions en lo que a divisas se refiere. Veremos quién pierde más.
Es un análisis básico pero no le voy a dedicar más tiempo que tengo otras tonterías en qué pensar.
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Creo que sólo caben 330 caracteres. ¿Podría ser otra cifra?. No sé cómo ampliar la capacidad. Si algún día lo descubro, lo haré, lo prometo.